Reseñas

[RESEÑA] Private Music, el renacer íntimo y expansivo de Deftones

Tras cinco años de espera desde Ohms, Deftones regresa con Private Music, un álbum marcado por la sobriedad como motor creativo —una claridad que, según Chino Moreno, hace de este quizá uno de sus trabajos más honestos y poderosos en mucho tiempo. La producción, a cargo de Nick Raskulinecz (colaborador clave en Koi No Yokan y Diamond Eyes), refuerza ese vínculo sonoro con el pasado mientras traza nuevos caminos emocionales.

El espíritu de Koi No Yokan resuena en el disco no solo por ese delicado equilibrio entre pesadez y melancolía, sino también por la evolución atmosférica que logra combinar con el pulso más directo de Ohms. Esto lo convierte en una síntesis emocional que honra su legado sin caer en la repetición.


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El tema de la transformación personal —la sanación, el renacer— atraviesa el álbum de forma persistente. Desde el inicio visceral de “My Mind is a Mountain”, inspirado en un libro infantil sobre emociones, hasta canciones como “cXz” (constantes y ceros), que evocan el peso del pasado, o “Ecdysis”, que alude a su propio proceso de cambio como especie. Todos conectan simbólicamente con la portada del disco, dominada por una serpiente blanca, y refuerzan el concepto de metamorfosis.

Musicalmente, hay variedad sin perder cohesión. “Locked Club” aporta urgencia con ese drone de guitarra y tonalidad ominosa; “Souvenir”, “~metal dream” y “I Think About You All the Time” exploran el pulso romántico y sensual que siempre ha sido parte de la esencia Deftones; mientras que “Infinite Source” se alza como el instante más hipnótico del disco, con capas melódicas que recuerdan el dream pop pero con contundencia. 

Private Music | COVER

La nueva incorporación, Fred Sablan, aporta un groove visceral y palpable: su bajo es protagonista, sobre todo en cortes como “Ecdysis”, y fue clave en la improvisación que dio origen a “Milk of the Madonna” —un tema que fusiona tensión espiritual, referencias bíblicas y una fuerza casi ritual.

En conjunto, Private Music es un viaje emocional que va desde lo íntimo hasta lo expansivo. Produce el efecto de mirar un espejo retrovisor lleno de recuerdos, pero también de abrir una puerta hacia algo nuevo, reflexivo y cargado de vida. Confirmando una vez más que Deftones, incluso después de décadas, siguen reinventándose sin perder su esencia ni su capacidad de conmover.

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